Malala Fontan en la galeria....UFFFF...Todo un torbellino de cosas...
Lo emotivo del encuentro en la galería con los nuevos amigos, el material de las entrevistas con ellos contando sus historias de una forma tan humana, resumiendo lo sufrido, el porvenir y el castillo hermoso que mantienen adentro y los protege...Cada pregunta era un vacío que de pronto se llenaba de pequeños resúmenes de una vida, pero sin dejar adivinar el duro camino...solo algunos hitos y la historia tendría que cerrarse con nuestras estúpidas hipótesis...El frío y los rostros, al principio desconfiados, hicieron de esas sesiones un momento inolvidable, una ventana al dolor y a la dignidad.
Ellos dieron la lección que Malala recordará siempre en sus retratos. La de miradas profundas y sonrisas valientes.
A mí, me dejaron su mano cálida, su abrazo que quiero abrazar de nuevo, una sensación de angustia..¿seremos buenos con ellos?
¿Les daremos lugar, idioma, comida? Gracias a ellos, a Malala, a Paula, a Carolina por invitarme a esas sesiones intensas de algo que quiso ser fotografia.
La muestra fue algo impresionante. Inauguramos luces, que no es poco, llenamos el lugar de música (gracias Sonido Sensorial por aguantar lo peleador que soy y por darnos su onda y su talento!) y de gente. Gente de todos los coloooooressss y tamaños!!!!! JA! Nada mas igualador que las diferencias....fuimos todos un malón de risas, de idiomas inentendibles...de gestos tiernos y extrañezas. Una nación se creo esa mágica noche. El Inadi se hizo presente con su apoyo y su presencia, todos los retratados brindaron con nosotros e invitaron a sus amigos. El cielo dió para que todas las costumbres y los ojos se mezclen....Hasta albergó la reconciliación final con Malala, que estaba brillante y tan feliz que hasta me concedió una noche tranquila.
Y me regalo un champagne, que me bebí la noche después, todavia bajo los utópicos efectos del encuentro.
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